Hace rato estaba leyendo este articulo de un blog que sigo, referente justamente al tema del perdón. El artículo me resulta muy interesante, a la vez que el tema ya que entiendo que es inherente al Ser Humano.
Me disparó un pensamiento, y sentí ganas de volcarlo aquí mismo.
¿Porqué digo eso?. Bueno, basado en mi trabajo, creencias y estudios en relación a la espiritualidad, y por carácter transitivo, si somos hijos de Dios, y estamos “hechos de Dios”, y él nos perdona, entonces nosotros también podemos hacerlo. Eso es en relación a nuestra capacidad.
Luego y principalmente, el perdón nos libera. Es increíble lo que sucede dentro de cada un@ de nosotr@s cuando genuinamente perdonamos a otra persona, sea lo que sea que haya hecho.
Entiendo y sé que me lo harán saber, que no es lo mismo perdonar ciertas cosas que ciertas otras. Lo sé y lo entiendo. Pero ese no es mi punto. Mi punto es la libertad del corazón que otorga el perdón.
Finalmente, reconocer que el perdón es una acción. Se perdona desde el corazón. Se actúa y se vive. Se lo reconoce por esa energía extraña ¿de paz? ¿de tranquilidad? que nos recorre en el cuerpo.
Entiendo que la paz se siente en el corazón. Y no hay mayor paz que yo haya vivido en mi experiencia, que cuando perdono a alguien. Es como si me quitara peso de encima.
Eso es para mi.
Gracias por pasar por aquí y compartir estas líneas conmigo.
Alejandro
Si perdonas, olvidas.Por eso nos llena y libera.Si no olvidamos albergamos cierta revancha.
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